Sobre lo APOLINEO y lo DIONISIACO en nuestras VIDAS
Buscamos la línea a seguir y perdemos la curva o perdemos la línea en la curva, el equilibrio entre lo apolíneo y lo dionisíaco es la misma búsqueda que de dentro a fuera o de fuera a dentro, entre el deseo y la voluntad, entre el acercamiento y la huida, entre lo que dicen que tengo que hacer y lo que quiero hacer.Los griegos creaban ceremonias religiosas como culto a sus dioses.
Los griegos pedían a Dionisio, el dios de la vegetación y el vino, que sus campos fueran fértiles para que tuvieran buena cosecha.Apolo y Dionisio eran hijos de Zeus. Apolo es el Dios del sol, de la armonía, del orden, de la luz, la música, la poesía…mientras Dionisio es el dios del vino, la sombra, el éxtasis, el desorden… El conflicto, los opuestos nos vienen desde atrás en la mitología griega.
A Apolo le gusta el Control, el orden, la permanencia de límite, lo conocido, lo palpable y reconocible como propio. Es el Dios de la Luz, de lo abstracto. La belleza serena del mundo.
A Dionisio le gusta el Descontrol, el desorden, es impulsivo primero actúa y luego piensa. Vive lo que hay, se va perdiendo y en ese perderse se va encontrando. El caos, la locura, la embriaguez, desenfreno, éxtasis, la sombra, dolor.
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Lo apolíneo nos lleva a la línea, a lo recto, al mundo de lo racional, al pensamiento, al terreno de la norma, a las ideas que a pesar nuestro conviven con nosotros cada día. Nos ofrece la sensación de pertenecer, que hay unos límites que nos ordenan y ordenan el mundo, unos principios que rigen y señalan el camino, la línea, lo recto, lo apolíneo.
En lo dionisíaco no hay pensamiento, la curvase transforma, renace, crece, se hace pequeña, es incontrolable y ahí radica su magia y su destello, su poder y su disfrute. No es previsible, es única y está en cada uno de nosotros.
El equilibrio entre lo apolíneo y lo dionisíaco nos resulta difícil y aceptemos que casi siempre Apolíneo gana la partida a Dionisio en nuestras vidas, cuando nos movemos por la calle, caminando, en nuestros trabajos, en nuestro día a día la norma esta siempre presente. A veces puede resultar desolador vernos como niños castigados con el peso continuo de la norma, por otro lado, necesaria.
El otro lado de la vida, el que pertenece al mundo de la creatividad, de los impulsos, del disfrute, nos provoca miedo ante lo imprevisible de sus pasos, lo que no se ve, lo que esta aun por suceder, la maravilla y el temor de lo imprevisible.
Y ahí justo ahí, el teatro se convierte en lugar sagrado, el espacio imaginario donde el límite, la norma es una línea que se cruza, nos sentimos seguros, con el permiso de poder dar rienda suelta a la expresión, a la improvisación, a poner la mirada en dejar que ocurra, sosteniendo y entregándonos al misterio de lo desconocido.
RESIDENCIAL SEVILLA 18, 19, 20 marzo
En este taller abordaremos EL VINCULO EN LA PAREJA a través DEL TEATRO, cuestiones tan importantes como la intimidad, el deseo, el amor y el desamor, la vulnerabilidad y el dolor.
Un viaje de ida y vuelta desde nuestro personaje a nosotros mismos, para entender los entresijos, valores, dificultades, necesidades, frustraciones y crecimiento que implica el amor y el desamor en nuestras vidas.
