Gracias por este viaje de auto descubrimiento, con uno mismo y por uno mismo, por crear un espacio tan puro, tan auténtico, tan íntimo, tan hermoso. Un espacio para escuchar y ser escuchado, para sentir y hacer sentir, para experimentar, para abrir los ojos a la belleza de cada caricia, cada gesto, cada baile. Emocionarse y sentir como suben las hormigas por el estómago y el bello se eriza.
Es un viaje que todos deberíamos regalarnos porque está vida es solo una y es solo nuestra.